Para CHRISTOPHER SMALL la música ?de cualquier tipo que fuere? no debería limitarse a ser algo que un profesional o un grupo de
profesionales ejecuta para que la escuche un público que, en su mayor parte, desconoce el lenguaje musical y las características de la
construcción sonora que oye, sino llegar a ser parte integrante de la vida cotidiana de todos y cada uno de los miembros del auditorio.
En MÚSICA. SOCIEDAD. EDUCACIÓN el autor parte de un examen de la música occidental de los últimos 400 años, así como de la
música de los países africanos y asiáticos, para hacernos ver cómo la naturaleza de una sociedad se puede deducir a partir de su música
y cómo las diferentes pautas y modelos musicales no sólo pueden reflejar los cambios que se dan en la sociedad, sino incluso influir
sobre ellos. Critica el papel actual de la música en la educación y enuncia claramente lo que debería hacerse para que tanto la educación
como la música sean realmente accesibles y estén verdaderamente relacionadas con la situación vital y social de hoy.