Este libro pone al alcance de las nuevas generaciones los juguetes que nuestros abuelos elaboraban durante su infancia con elementos de la naturaleza. Se trata de piezas que tienen el encanto de lo efímero pero que, año tras año, regresan marcando el paso de las estaciones y de la vida misma. Conchas, hojas secas, piedras, huesos... sirven para crear juguetes que duran una mañana... o siglos. También es un tesoro etnográfico que rescata el antiguo aprendizaje del ocio: muestra cómo los niños fabricaban sus juguetes a la vez que descubrían la naturaleza, aplicando siempre la habilidad y creatividad propias de las primeras etapas de la vida.
La mera visión de las imágenes de Juguetes de la naturaleza basta para trasladarnos al imaginario infantil, un universo en el cual las muñecas de flores, los silbatos de madera o los tirachinas tenían un valor incalculable. Además, las manualidades que se recuperan en el libro facilitan el necesario regreso a utilizar los recursos naturales como materia prima de la fantasía.
Las páginas de esta obra enmiendan una lamentable pérdida colectiva y enseñan a elaborar más de 250 objetos maravillosos gracias a unas completas fichas, evocadoras ilustraciones y preciosas composiciones fotográficas de gran formato.