La perspectiva artificialis, que revoluciona la concepción del espacio pictórico y todas las demás artes plásticas, nace en Toscana durante el Quattrocento, promovida por un grupo de artistas que abandonan los viejos tratados teóricos para comenzar a experimentar. Se constituye, a partir de ese momento, un modelo de representación de la realidad que dará lugar, tanto en el campo del arte como en el de la ciencia, a valiosos desarrollos, que hasta épocas muy recientes no han sido cuestionados. La confluencia entre lo natural y lo artificial, entre el arte y la ciencia en el estudio de la perspectiva hace de éste un apasionante campo de investigación. De esta forma El origen de la perspectiva entrecruza las diversas historias posibles sobre la misma -desde el punto de vista pictórico, filosófico, matemático, etc.-, analizando tanto los diversos tratados que sobre ella se han escrito como su plasmación en obras capitales para la historia del arte. Gracias a la tarea de análisis y reflexión que Hubert Damisch lleva a cabo, es posible comprender mejor el papel de la perspectiva en el desarrollo del pensamiento y restituirle así su auténtico valor. Este exhaustivo estudio se acompaña de numerosas ilustraciones, que dan fe de su detalle y alcance.