El cine de Woody Allen fue, en su versión inglesa, uno de los primeros libros que se ocuparon en profundidad de la larga trayectoria del director como artista y realizador serio. Sam B. Girgus sitúa a Allen en un lugar destacado de la conciencia crítica y cultural contemporánea, pues considera que ha sido capaz de modificar las nociones de autoría, perspectiva, construcción de personajes, temática, ideología, género y sexualidad. Señala, asimismo, que el escándalo surgido en torno a la vida privada del realizador a comienzos de los noventa alteró su imagen pública de modo tal que surgió un nuevo posicionamiento moral ante su trabajo. La conjunción del Allen público y el Allen privado, y la particular expectación que se creó a su alrededor, no se deshizo a pesar de los esfuerzos ímprobos por separar su vida privada de la imagen cinematográfica. Este «escándalo» también afectó a sus películas: ahora, Allen se ha sumergido en las aguas de un relativismo ético posmoderno y un realismo sensual que difiere considerablemente de la sensibilidad moral de sus primeros filmes.