Purpureae vestes estudia un elemento fundamental en la vida de cualquier sociedad antigua como es el vestido y los colores utilizados para el adorno del mismo, especialmente la púrpura. El lujo en el vestir implicaba el empleo de materiales como el oro para la confección de ciertos complementos. Con unos antecedentes claramente orientales de búsqueda de la magnificencia externa de reyes y otros dignatarios, el simbolismo del color en el adorno personal constituyó, en las ciudades ribereñas del Mediterráneo, un factor importante de distinción social. Ya fueran de procedencia vegetal, mineral o animal, los tintes dieron siempre el «alma» a los textiles. Por ello, el poder imperial romano, en algunos períodos de su historia, controló con normas legales de mayor o menor dureza el uso de determinados colores obtenidos a partir de gasterópodos marinos. La obra trata extensamente los aspectos económicos y técnicos relacionados con la elaboración y comercialización de vestidos y telas para otros usos (velas, adornos del hogar, etc.). A partir de diversos puntos de vista, entre los que se incluyen los datos arqueológicos o las referencias etnográfico-comparativas, se incide en las etapas de preparación de las fibras textiles, en las formas de elaboración de los tejidos más complejos a través de la reconstrucción experimental, en el trabajo de los pescadores y manufactureros que elaboraban en talleres costeros el tinte más valorado, la púrpura, o en quienes trabajaban en los talleres de la ciudad, así como en el análisis y descripción detallada de los resultados extraídos de los restos textiles aparecidos en yacimientos, del Egipto romano sobre todo, que nos muestran todavía hoy la riqueza y viveza de sus colores.