Según Degas, no es necesario estrujarse el cerebro buscando temas para pintar. La vida de cada día ofrece momento a momento mil asuntos: un instante, una expresión, un gesto, lo que está haciendo espontáneamente una persona, en su casa, en su intimidad, en su trabajo. Todos estos y muchos más son detalles cada uno de los cuales constituye un tema excelente para realizar una obra de arte. Y todo eso se puede captar de manera suelta, fresca, espontánea, igual que hace un fotógrafo con sus instantáneas, debidamente elaborado con un determinado punto de vista y un encuadre especialmente elegido.