Prosper Mérimée (Paris 1803- Cannes 1870 de familia acomodada y culta. Habla varios idiomas y es uno de los primeros traductores de numerosos libros rusos. Después de estudiar Derecho es nombrado Inspector general de los monumentos históricos (1834) y recorre Francia con Viollet-le-Duc a quien confía importantes trabajos de restauración. Durante 18 años se da la doble meta de hacer el inventario de los monumentos u obras dignas de ser protegidas y de garantizar su cuidado. En 1825 publica el Teatro de Clara Gazul haciendo creer que es sólo el traductor de esta obra escrita por una actriz española. Esta obra, a la que añade dos piezas en 1830, constituye el primer contacto con España y revela a Mérimée ante la sociedad literaria ya que pronto se descubre la verdadera identidad del autor del Teatro de Clara Gazul. Gran viajero: Grecia, Italia, Inglaterra, Oriente Próximo, unos meses antes de la revolución de julio, Prosper Mérimée escoge España para olvidar una desilusión amorosa, y cae bajo el encanto de un país que sólo conocía a través de sus obras literarias. El descubrimiento de España ocupa un lugar privilegiado en su existencia. Prosper Mérimée visita Madrid, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Granada y Barcelona y es inmediatamente seducido por la belleza de los paisajes, la arquitectura, las costumbres... En una diligencia conoce al conde de Teba, futuro conde de Montijo, hombre liberal como él, con quien le va a unir una gran amistad. La señora de Montijo, espíritu abierto y culta, será su gran confidente hasta su muerte. De ella sacará el tema de Carmen (1845) y ella le ayudará a reunir la documentación para escribir Don Pedro, rey de Castilla (1848). Las dos hijas, Paca, futura