A finales del siglo XV, muchos de los judíos expulsados de España se instalaron en Marruecos, y en Fez formaron una comunidad notablemente numerosa, de gran vitalidad. Diversas familias judías adquirieron a lo largo del siglo XVI un papel prominente en la vida pública de su nuevo país. Samuel Pallache fue uno de estos judíos de origen hispano que, a principios del siglo XVII sirvió al sultán de Marruecos como agente diplomático y comercial con Holanda. Pero antes, había intentado instalarse en España para lo cual estaba dispuesto a convertirse al catolicismo; para probar su sinceridad ejerció de espía en favor de la Corte española. A lo largo de su vida Pallache fue comerciante de armas, contrabandista, agente doble, espía, moviéndose entre Marruecos, España y Portugal, los Países Bajos e Inglaterra, donde fue detenido y juzgado por pirata. Al examinar la vida de Samuel Pallache y de los miembros de su familia, los autores atienden a diversos aspectos del papel de la diáspora sefardí en el mundo mediterráneo y en la creación de la comunidad de Amsterdam. La identidad religiosa de Pallache y su familia, cambiante y aparentemente ambigua, el empleo que de ellos hicieron las autoridades de los países en los que vivieron y que hicieron uso de su aparente falta de lealtad, constituyen aspectos fascinantes. El estudio está basado en una cuidadosa búsqueda de archivo en España, Portugal y Holanda.
El mundo de Pallache es en realidad un micocosmos de la sociedad altomoderna, un mundo mucho más interconectado, cosmopolita y fluido de lo que se suele pensar. La historia de los Pallache muestra las conexiones de Marruecos con la Europa protestante y con la católica, así como con el comercio mediterráno y el atlántico. La historia de Pallache y de su familia es a la vez excepcional y representativa de estas comunidades judías viviendo entre dos continentes y tres fes religiosas y de los modos en que se adaptaron o sacaron partido a su situación.