El escritor gaditano Fernando Quiñones es autor de una obra tan diversa e intensa como fue su propia vida. Lector compulsivo y viajero empedernido, cultivó la poesía, el relato, el artículo periodístico, la investigación del fl amenco o la novela con un envidiable equilibrio creativo y con la misma generosidad y falta de prejuicios con que afrontó su existencia. Heterodoxo por condición y también por
convencimiento, su vocación universalista coexiste así, de forma pacífica, con una visión de lo local que revisa y renueva el concepto de casticismo. La escritora Amalia Vilches se adentra en su biografía con un planteamiento temático y no necesariamente cronológico, un vehículo con el que rastrea su peripecia vital vinculada siempre a su obra literaria,
de la que ofrece un amplio estudio crítico. Están en este libro la infancia y la juventud gaditanas, el exilio voluntario a la capital en busca de nuevos horizontes; los amigos, las vivencias iniciáticas, las tertulias
literarias en el Madrid de la posguerra, los círculos en los que frecuenta a lo más granado de la aristocracia de las artes y de las letras; sus viajes por España, Europa, las dos Américas, África y Asia; el flamenco
vivido y amado hasta su último aliento; sus libros de poesía, sus relatos, sus novelas, sus ensayos, su teatro y, cómo no, su amor a Cádiz y a su historia.