Dicen que la fe mueve montañas; nada comparado con el amor de una madre. A la pequeña Erine le diagnostican una leucemia crónica y Esther, su madre, emprende una lucha de batallas perdidas, respuestas negativas y puertas cerradas. Desesperada ante la lentitud de la burocracia, logra que la admitan en Bruselas en un programa de diagnóstico preimplantacional. Comienza un proceso duro que desemboca con el nacimiento de Izel, cuya total compatibilidad celular con su hermana Erine posibilita la salvación de ésta.
Una historia real que hace frente a prejuicios e invita a valorar los beneficios de los avances científicos.