La complicidad que se llega a establecer entre un perro y su dueño es algo mágico. Cuando se quiere verdaderamente a un pastor alemán, se desea conocer todo lo referente a él, para saber cómo ofrecerle lo mejor. Hacerlo feliz, jugar con él, asearlo, cuidarlo, educarlo, alimentarlo... En una palabra: comprenderlo. Todas estas cuestiones sólo tienen una respuesta: ¡quererlo! Pero, a pesar de todo, hay algunos principios básicos que encontrarás en este original librito, escrito en un tono muy lúdico. ¡Un auténtico álbum de fotos sobre tu raza favorita!