Este libro se construye sobre un doble eje: Franco no quiso hacer otra cosa que establecer un principio de autoridad, suprimiendo los partidos políticos. El autor explica como se sucedieron en el tiempo tres regímenes bien diferenciados. El primero tendente a un totalitarismo de Estado, el segundo pretendió ser una adaptación a las corrientes cristianas posteriores a la Segunda Guerra Mundial y el tercero fue una tecnocracia, preparación para el restablecimiento de la monarquía. La documentación, que en otras obras del autor ya se ha reflejado más ampliamente, es la apoyatura fundamental de un texto que trata de huir de filias y fobias, manteniéndose en los límites del oficio de historiador, que debe explicar pero no juzgar. En fin, con este libro se pretende proporcionar al lector un instrumento para el conocimiento de toda una época, que ocupa las décadas centrales del siglo XX.