En un mundo global, cada vez más, los países tienen que competir con otros por atraer a consumidores, estudiantes, turistas e inversores de terceros países. Estados con poca visibilidad han empezado a proyectarse en el exterior para lograr situarse en el mapa mental de los ciudadanos del mundo a través de marcas país fuertes y diferenciadas. Surge así, el Estado Marca. Al mismo tiempo, tras el 11-S, en un contexto de incertidumbre y amenazas crecientes, las potencias grandes y medias han relanzado sus políticas de diplomacia pública. Su peso económico, político y militar les permite emprender acciones políticas, diplomáticas o incluso militares encaminadas a cambiar el mapa de las relaciones internacionales, pero para ello, antes necesitan convencer a una nueva potencia, la opinión pública mundial, que surge como consecuencia de la extensión de la democracia, las nuevas tecnologías, los medios de comunicación, etc. El libro es una introducción, en español, a esta nueva área emergente en los estudios internacionales y estratégicos, que es la gestión de la imagen exterior y la diplomacia pública.