El objetivo de las lecciones de Rawls era, según él mismo escribió, «distinguir los elementos fundamentales del liberalismo como expresión de una concepción política de la justicia cuando éste es contemplado desde dentro de la tradición del constitucionalismo democrático». Para ello, examina las diversas corrientes que configuran las tradiciones liberal y democrática constitucional, así como las figuras históricas que mejor representan esas corrientes: entre ellas, los contractualistas Hobbes, Locke y Rousseau; los utilitaristas Hume, Sidgwick y J. S. Mill, y también Marx, en calidad de crítico del liberalismo. También se incluyen en un apéndice las lecciones de Rawls sobre el obispo Joseph Butler. Revisadas y perfeccionadas constantemente a lo largo de tres décadas, las clases magistrales de Rawls acerca de estas figuras reflejan su visión cambiante y en continua evolución sobre la historia del liberalismo y la democracia, así como sobre el lugar ocupado por su propia obra en relación con dichas tradiciones.
Marcadas por la paciencia y la curiosidad características de Rawls, y editadas escrupulosamente por Samuel Freeman, estudiante y ayudante docente suyo, estas lecciones constituyen una digna adición final a su obra y, en no menor medida, a la historia de la filosofía política.