¿Qué buscaban los hombres de las SS que, siguiendo órdenes de Himmler, asaltaron una villa italiana en el otoño de 1943? Trataban de apoderarse de una reliquia preciosa: el único manuscrito medieval que había preservado el texto de la Germania de Tácito, un breve tratado escrito en el año 98 de la era cristiana que describía un pueblo inexistente, el de los germanos, inventado por los propios romanos.
Charles Krebs, profesor de Clásicas de la Universidad de Harvard, sigue la historia de este peligroso libro que entusiasmó a los alemanes, de Lutero a los nazis, haciéndoles creer que descendían de un pueblo guerrero y amante de la libertad, muy superior a los decadentes romanos. Fue así como la Germania se convirtió en una especie de Biblia que ofrecía un modelo ideal de sociedad a los fundadores del Tercer Reich.