Si hay algún dirigente republicano denostado hasta la crueldad por los vencedores de la guerra civil fue, sin duda, Juan Negrín. Por su parte, los gobiernos democráticos posteriores a la dictadura no han tenido el coraje de reivindicar una figura que no hace más que ennoblecerse con el paso del tiempo. El gran historiador Gabriel Jackson nos ofrece aquí una visión poliédrica de Negrín como fisiólogo, médico, profesor, lingüista y gestor financiero. Y nos cuenta cómo Negrín sacrificó su vida de científico, primero, para consagrarse por entero a la joven República española y, más tarde, para defenderla hasta el fin contra el levantamiento militar.