Este libro nos lleva al mundo de la comunicación no verbal, de aquello que se dice sin palabras. Trata de acercarnos a esa "galaxia inexplorada" de las miradas, de los tonos del habla, las posturas, etc. Es cierto que las palabras son maravillosas e importantes. Sin embargo, cuando las utilizamos nos queda la sensación de que aún existe ante nosotros una red de mensajes que usamos y apenas "leemos". Acercarnos y descubrir parte de ese "continente" resulta apasionante: ¿por qué empleamos la sonrisa para descalificar? ¿Cómo puede ser que las palabras acepten y los ojos rechacen? ¿Qué nos cuenta el silencio? ¿Y los colores? ¿De qué nos sirven los espacios y los objetos? Con esta obra se quiere mostrar cómo es posible comunicarnos más y mejor. En ella vemos cómo se multiplican los mensajes en el ámbito de la educación (la clase, las mesas, la evaluación…), pero también nos ayuda a comprender(nos) en otros lugares como la calle, el hogar… que, al fin y al cabo, también son espacios donde nos "hablamos" y educamos. El lenguaje de estas páginas es sencillo y se refuerza con ilustraciones. No pretende proporcionar recetas, sino sugerir un viaje pleno de mensajes compartidos.