En estos apasionados y sugestivos ensayos, basados en las conferencias impartidas por el autor en 1993 dentro del ciclo "Reith Lectures", Edward Said se dedica a investigar una cuestión básica: qué significa ser un intelectual en el mundo de hoy. En su opinión, el intelectual no sólo debe representar un mensaje o un enfoque de la realidad, sino también reflexionar concienzudamente sobre el público al que se dirige, lo cual significa plantearse su labor como la de un francotirador, alguien que nunca podrá estar al servicio de nada ni de nadie, trátese de un gobierno o de una corporación. Para llegar hasta ahí, Said traza una trayectoria crítica que le lleva a pensar acerca de la política en términos de responsabilidad intelectual y autoridad consensual, iluminando así las más confusas perspectivas humanas con una luz serena que acaba mostrándonos tanto las dos caras de cualquier cuestión como su "tercera dimensión", algo que se pasa por alto demasiado a menudo. Como afirma Noam Chomsky: "Edward Said nos ayuda a comprender quiénes somos y lo que tenemos que hacer si aspiramos a ser agentes morales y no meros servidores del poder".