A partir de la tesis de que la lucha política de las lesbianas tiene más que ver con el movimiento contra la opresión de las mujeres, es decir, con el feminismo, que con la reivindicación de los homosexuales varones de sus derechos, la autora rechaza las relaciones de dominación-sumisión, aun entre lesbianas, y reivindica las relaciones sexuales y amorosas igualitarias, así como el sentido de la colectividad y la comunidad, en primer lugar con otras lesbianas, pero también con las otras mujeres, cuya amistad motiva la lucha feminista.