Principal tratado en prosa del gran poeta místico Yalal al-Din Rumi, esta obra--compilada por Eva de Vitray Meyerovitch, profesora de las universidades de Al-Azhar y El Cairo-- constituye una extensa recopilación de conversaciones del maestro con sus discípulos en las que se profundiza en diversos temas, dependiendo de la inspiración del momento o de las ocasiones propiciadas por las circunstancias. Por una parte, pues, y como corresponde a un libro de este género, se trata de un texto absolutamente deshilvanado: resulta inútil buscar una continuidad real entre los asuntos abordados, y aún menos un discurso doctrinal. Por otra, sin embargo, y paradójicamente, es posible localizar un hilo conductor bajo la multiplicidad de alusiones, anécdotas, citas y digresiones: se trata de una unidad subyacente que resulta ser la característica esencial de las obras de Rumi, una abundancia de temas siempre independientes los unos de los otros que, no obstante, se imbrican y se solapan, enlazados entre sí como las perlas de un collar. Así, el estilo de estas charlas es familiar y sencillo y se basa en la lengua que se hablaba en la época en los ambientes cultos, pero su contenido es de una gran riqueza y complejidad: temas como la comunicación espiritual entre maestro y discípulo, la naturaleza del hombre como reflejo de Dios, la búsqueda mística, el amor, la oración, la esencia del conocimiento o el problema del mal y el sufrimiento, enlazándose con los versículos del Corán y las palabras del Profeta, acaban dando lugar a un libro a la vez mágico y realista, literario y didáctico, que identifica al lector con el discípulo para despertar su alma adormecida.