El significado de la Segunda República española, eclipsado en gran parte por la sangrienta y catastrófica guerra civil que la siguió, fue en el fondo, y sin lugar a dudas, el de una entidad histórica por derecho propio, uno de los mayores intentos nacionales de democratización y reforma política habidos en Europa entre las dos guerras mundiales. Empeñado en nadar contra la corriente del fascismo europeo de la época, y situado en el marco histórico del liberalismo español, el régimen se esforzó por establecer las primeras bases verdaderamente democráticas de la historia de España e instituir reformas fundamentales en el ámbito estatal. Pues bien, a partir de ahí, el libro de Stanley G. Payne se dedica a destacar las reformas emprendidas en materia de política y gobierno en ese período, y a analizar las relaciones Iglesia-Estado, la educación y la cultura, las obras públicas, los asuntos militares y la sociedad en su conjunto, con el fin de someter a examen los éxitos y fracasos de esas reformas, así como los motivos de sus limitaciones: un análisis de los conflictos políticos y de la consiguiente escisión social que lleva a Paune a explorar con brillantez las fuentes y el carácter de la polarización política que se desarrolló como resultado de los enfrentamientos de la República tanto con la derecha como con la izquierda.
Al final, Payme somete a examen a los actores políticos principales de este drama histórico y analiza el papel que desempeñaron en el colapso definitivo de la República, prestando a la vez cuidadosa atención al progresivo deteriodo de su política en la primera mitad de 1936. De esta manera, al analizar la importancia de la violencia política en la caída de la democracia, así como los motivos del fracaso final del régimen, Payne nos presenta una interpretación sólida y detallada de ese período histórico, y destaca sobre todo su llamativo paralelismo con la República de Weimar alemana. Un espléndido libro de historia, pero también un minucioso análisis político.