Nuestro sistema educativo ha venido sufriendo en los últimos años enormes y rápidos cambios, siempre acompañados por las denuncias de los profesores respecto a la escasa e insuficiente ayuda que reciben para afrontarlos. Como consecuencia de esto, la mayoría de los docentes suelen verse sometidos, en un momento u otro de su carrera, a un intenso y a menudo insoportable estrés. Así, este libro, concebido como reacción directa a esta situación, se plantea como un somero estudio del estado actual de salud de los profesores, de su sentimiento de bienestar y de su satisfacción laboral, e intenta identificar los síntomas más claros del estrés en el terreno de la docencia, explorando cómo varían los problemas en función de la ubicación del centro escolar, de los niveles de enseñanza, del género y margen de edad de los alumnos, etc. Finalmente, sugiere vías de ayuda y medidas preventivas para minimizar el estrés y mejorar la experiencia educativa.