Este libro es un ensayo sobre la política de las grandes potencias y la coyuntura internacional en el período de la guerra fría. Fromm, experto psicoanalista y observador atengo del sustrato psicológico de la actividad política, no se limita a establecer los "hechos" de la política internacional. Separa "los hechos de las ficciones", según sus propias palabras, y muestra cómo las formas patológicas del pensamiento político y las "resistencias" son obstáculos que dificultan una compresión apropiada de la realidad política. Con este enfoque, Fromm examina y cuestiona, uno tras otro, los supuestos sobre los que Occidente fundamentaba su política exterior a principios de los años sesenta. Después de examinar el papel de la Unión Soviética, los antiguos pueblos coloniales del Tercer Mundo, el modelo comunista chino y el ascenso de Alemania en el escenario político y económico mundial, Fromm llega a esta triple conclusión: que la Unión Soviética y Estados Unidos estaban condenados a entender políticamente; que, en Occidente, el "renacimiento del espíritu del humanismo" era la única solución a la crisis generalizada de valores; y, finalmente, que si no se llegaba a un desarme general y un modus vivendi entre las superpotencias, el cataclismo nuclear sería inevitable.