Con frecuencia la lectura de un libro sobre temas africanos evoca la acción de abrir una puerta hacia lo desconocido. Esa sensación se hace más evidente si, como en este caso, se trata de un libro sobre cultura africana. En un momento en que el espíritu racionalista europeo, y sus epígonos, parecen ocupar hasta los últimos confines de nuestro mundo, el libro de Ferrán Iniesta es una invitación a repensar seriamente otras culturas, otros valores; a abandonar actitudes superficiales justificadas, en no pocos casos, por las políticas expansionistas y hegemónicas de Occidente, caldo de cultivo para ideologías de menosprecio, xenófobas, respecto a todo lo distinto, lo otro.