¿Por qué fue Francia el escenario de una revolución que, sin embargo, se preparaba contemporáneamente en toda Europa? Pues si las instituciones feudales surgidas tras la descomposición del Imperio romano eran las mismas en todas partes, y en todas partes había instituciones feudales, ¿en qué consistía entonces la anomalía francesa, cuál era esa especificidad, y por qué propendía y cuajó en una revolución sin precedentes? Las páginas de la presente obra –un estudio de sociología histórica comparada cuya aparición, en 1856, supuso un giro copernicano en la historiografía revolucionaria– acogen la respuesta dada por el genial pensador y político francés Alexis de Tocqueville a dichas cuestiones. Pero en ella, junto a la explicación de la causalidad revolucionaria, se señala a la centralización administrativa como el nexo de unión de la Francia del Antiguo Régimen con la de la Revolución y la cada vez más democrática que le sucedió, y con ello el peligro que su consumada unión con la igualdad representa para el futuro de la libertad. El Antiguo régimen y la Revolución amplía además la teoría de la democracia –y de la libertad política– de su obra La democracia en América al mostrar cómo es posible el acceso a la misma de países de tradición feudal.