La mayor presencia de los denominados "inmigrantes económicos" propicia la activación de la xenofobia, el rechazo a la inmigración; ya por miedo a la pérdida de la identidad nacional-cultural, o de los logros sociales, jurídicos o económicos alcanzados. Así lo muestra la presente investigación, que analiza la evolución, desde 1990 hasta el presente, de la opinión pública española ante la inmigración, relacionándola con otros países de la Unión Europea. De la conjunción de diversos análisis multivariables se deduce un aumento progresivo y llamativo del rechazo de los españoles a la inmigración, pese al uso mayoritario de indicadores directos de racismo en las encuestas. Se indaga en los aspectos metodológicos que condicionan y enturbian la medición del racismo mediante encuesta y que contribuyen a la crítica de este método de investigación sociológica. Los datos de opinión se interpretan contrastándolos con datos estadísticos y de diversos estudios sobre inmigración. El contraste de esta variedad de fuentes pone el descubierto la existencia de una imagen tópica y distorsionada del fenómeno migratorio, en la que se vislumbra la implicación de los medios de comunicación social.