Si nuestros cuerpos existen en el espacio y el tiempo, y están sujetos a las leyes de la física, de alguna manera nuestras mentes tienen que estar ocultas dentro de ellos como extraños e inmateriales "fantasmas en la máquina". La introspección puede darnos acceso directo a nuestro propio mundo mental, pero no podemos saber mucho acerca del de otras personas. Gilbert Ryle sostiene que esos puntos de vista, que han sido lugares comunes desde Descartes, están basados en un desastroso "error categorial". Este libro, que creó escuela y que ha constituido una referencia inexcusable para gran parte de la filosofía posterior, se abre camino entre las confusiones del pensamiento y nos invita a examinar nuevamente muchos lugares comunes acerca del conocimiento, la emoción, la imaginación, la conciencia y el intelecto. Y el resultado es un ejemplo clásico de filosofía en acción.