Aquí se aborda el problema de los derechos humanos en contextos multiculturales. Se trata de lograr un diálogo intercultural en torno a tan importantes derechos, para lograr acuerdos y cumplirlos lo mejor posible. Para ello, el autor aplica la hermenéutica, que se ha probado como un instrumento útil en el ámbito del multiculturalismo, para lograr una situación de interculturalidad. Concretamente, el autor propone una hermenéutica analógica, que evite un enfoque univocista, en el que la cultura hegemónica se imponga a las más débiles; evita también un abordaje equivocista, en el que las diversas culturas interactúan sin llegar a un consenso que asegure cierta universalidad. En cambio, con un enfoque analógico (la analogía es proporción) se respetarán dentro de lo posible las diferencias entre las culturas en juego, como porciones que se ordenan, procurando alcanzar el consenso necesario para los derechos humanos cuya vocación es la universalidad.