Estamos ante uno de los personajes más conmovedores de nuestra historia. Juana de Castilla fue convertida en una sombra, primero por su marido, Felipe el Hermoso; después por su padre, Fernando el Católico, quien la recluye en Tordesillas; y finalmente por su hijo Carlos V, que la ignora. Este relato nos presenta las desventuras de aquella pobre reina que murió joven, sola y alejada de lo que más quería: sus hijos.