En este libro, Jorge Barudy implica a las propias familias en el abordaje del maltrato infantil y analiza con cada una de ellas las interacciones inductoras. En efecto, incluso cuando los abusos provocan intervenciones médico-sociales y judiciales, es necesario que el responsable de ellos y los cómplices que favorecen esos actos violentos constituyan igualmente el objeto de un trabajo psicológico apropiado. En este difícil campo, el pragmatismo y el sentido de la colectividad propios de las teorías y las intervenciones sistémicas centradas en el niño facilitan el trabajo clínico. Tanto en el nivel del equipo como en el de la red, el enfoque global debe aplicarse uniendo los aspectos individuales, familiares, médico-sociales y judiciales. Y es entonces cuando el dolor que todo ello provoca en la infancia –que ni siquiera aquellos que infligen querrían a veces ver—puede examinarse, como se hace en este libro, en toda su complejidad, desde una perspectiva rigurosa e inteligente, entre la sensibilidad del humanismo y el rigor de la actividad clínica.