Escrita en un momento de dificultad personal, en La agonía del cristianismo Miguel de Unamuno se enfrentó a las contradicciones que siempre le obsesionaron y trató de racionalizar sus propios convencimientos religiosos. Esta lucha interna, dramática, contradictoria a veces y clarividente siempre, coloca en el lugar oportuno, aunque distante y traumático, al no siempre bien entendido Miguel de Unamuno.