Cuando uno acude a un restaurante de lujo, no lo hace precisamente para nutrirse, sino para vivir una experiencia única, excelsa. Pero ¿es siempre tan única y excelsa? Por otro lado, ¿qué precio hay que pagar por ella? Tal vez una de las pocas personas que puedan contestar a estas preguntas sea Jay Rayner, laureado crítico gastronómico y columnista del Observer que ha viajado por todo el mundo en busca del menú perfecto.
Intrépido e ingenioso, sin escatimar dinero, arriesgándose a destrozarse el estómago y ganar sobrepeso, Rayner viajó a muchos países y comió en los mejores restaurantes, conversó con numerosos expertos, saboreó los productos más preciados de los mejores chefs, pidió los platos más raros y caros que puedan encontrarse y disfrutó en suntuosos decorados. De Las Vegas a Londres, de Moscú a Tokio, pasando por Dubai y París, deambuló por el mundo con el objetivo de «comer bien» e informar sobre los mejores (y los peores) restaurantes.
Así, los lectores sabrán si es merecida la fama de que gozan templos de la gastronomía como The Fat Duck, Spago, Piero?s, Joël Robuchon at the Mansion, Auberge d?Ill, Nobu, Sumosan, Kempinski, Café Pushkin, Sirena, Tsarsky Okhota, Tatum, Turandot, Al Mahara, Verre, Yukimura, Hiramatsu, Bouley, Gabriel?s, Luger?s, Waverly, Joe Allen, Le Gavroche, Guy Savoy, Gagnaire, Le Grand Véfour, L?Astrance, y también El Bulli, entre otros.