No hay refinamiento pretencioso en la
cocina gallega; con sencillez, respetando
la tradición y los viejos hábitos,
ha conseguido un puesto relevante
entre las mejores de España.
Basándose en esta tradición y en estos
productos, pero innovando allí
donde fuese necesario, la autora de
este libro, con una sorprendente variedad
de recetas, nos recuerda lo mejor
de la cocina familiar gallega a
través de unas atractivas páginas de
fácil interpretación.