Cuando cocinamos con amor, estimulamos todos nuestros sentidos a través de sabores, texturas, aromas, colores, combinaciones... Todo se vuelve una invitación al juego y al placer, como el sexo, pues como éste el acto de cocinar conlleva vida.
Este libro es un bálsamo reparador para los que suelen comer, rápido y mal, fuera de casa, así como para aquellas personas que aman la buena mesa y están dispuestas a celebrarla poniendo los cinco sentidos en ella para su disfrute y el de los demás.
La obra incluye cientos de propuestas para que la gastronomía se convierta en un taller de alquimia sensorial, recuperando el carácter divino de los alimentos como regalo para el espíritu. Un manual culinario diferente a todos los demás, porque te invita a soñar e inspirarte, a sentir que la vida es un placer sin final.