Aunque apenas hace veinte años que la alcachofa es la reina de la
cosecha benicarlanda, hablamos de todo un clásico de nuestro campo.
Ahora bien, durante siglos, ha ocupado una posición secundaria y
humilde, una producción doméstica y familiar. Así fue generación tras
generación, remontándonos hasta el Beni-Gazlum árabe. Los habitantes
de la vieja alquería aportaron sus conocimientos agrarios e hidrológicos
para transformar esta llanura de Benicarló-Vinaròs en una gran huerta
llena de cenias y pozos que suplían los secos barrancos por la preciada
agua subterránea, la cual regaba, entre otras verduras, frutas y hortalizas,
la alcachofera.