Los refranes constituyen un tesoro de la lengua que aún hoy en día goza de una gran popularidad entre las diferentes esferas sociales y son en general bien vistos por unos y por otros. Los refranes prestan espontaneidad, reafirman un hecho, un juicio, subrayan el valor de una afirmación y respaldan lo previamente expresado. Por ello se emplean coloquialmente en reuniones y discursos, a veces son equivalentes a un consejo impersonal que de otra forma uno no se atrevería a dar, por osado o por directo.