El día a día en las escuelas nos ha demostrado que el bullying es un fenómeno más frecuente de lo que muchos pensaban, que no se da sólo en grupos adolescentes, y que ha llegado la hora de que la sociedad asuma su responsabilidad y afronte el problema. El primer paso para hacerlo es reconocer que tras cualquier caso de bullying hay tres vértices de un triángulo que debemos estudiar: la víctima, el acosador y el grupo testigo. Sólo con la implicación de padres y profesores en el trabajo de detección y prevención del acoso escolar, podremos ayudar a los niños acosados y acosadores a confiar en sí mismos y crecer seguros.Este libro propone un centenar de estrategias, divididas por grupos de edad, para educar a nuestros hijos y alumnos en la solidaridad y el respeto y enseñarles la importancia de resolver de manera positiva sus conflictos.