El estudiante autodirigido es aquel que asume la responsabilidad de su propia aprendizaje. La idea no es nueva, pero recientemente ha recibido una renovada atención en el ámbito de la educación y tiene una especial significación para el sector de la educación de adultos, puesto que, representando un cambio significativo con respecto a la planificación académica tradicional, subraya la autonomía y el desarrollo personal.
A partir de ahí, el objetivo de este libro es proporcionar al lector, tanto al académico como al profesional, una síntesis global de las realizaciones, cuestines y prácticas relacionadas con la autodirección en el aprendizaje. Partiendo de la idea de que la autodirección ha de considerarse una forma de vida, presenta estrategias para facilitar el aprendizaje por autodirección como método de instrucción y para potenciar la autodirección como un aspecto de la personalidad adulta. El texto, así, ofrece, además de un análisis de las tendencias de investigación actuales, capítulos sobre las cuestiones fundamentales de orden práctico: las perspectivas institucionales de la utodirección, cuestiones programáticas, perspectivas internacionales y problemas éticos.