Tristana constituye una crítica demoledora de las corrientes esteticistas que convivieron con el realismo durante la segunda mitad del siglo XIX y que en la literatura eclosionaron como fuerza dominante con el modernismo a finales del siglo. Tristana es el personaje central de la obra y, de hecho, representa la concepción de la realidad que reflejan, por un lado, el arte y, por otro, el poder; es decir, el espíritu o visión de la realidad implícitos en la obra artística y en el sistema de creencias dominante.
Introducción, notas y propuesta didáctica de Vicente Izquierdo.