Contemplados en su contexto social, los conflictos políticos de nuestra época despiertan intereses que nublan la objetividad de las opiniones. Bertrand Russell propone garantizar esa objetividad instalándonos en el marco de una ética imparcial, que sea incompatible con cualquier fanatismo.
La primera parte de este libro defiende, en consecuencia, el establecimiento de una ética no dogmática; y la segunda se dedica a aplicar esa ética a los grandes temas y problemas sociales y políticos de la humanidad: pasiones como la codicia, la rivalidad o el deseo del poder, la formación y el gobierno de grupos, la magia y el mito, la técnica científica y el futuro, la fe religiosa, la guerra y la construcción de una paz estable. Uno de los capítulos de esta segunda parte es la conferencia que pronunció el autor en Estocolmo cuando se le entregó el Premio Novel de Literatura.
Dentro de la abundantísima producción bibliográfica del gran pensador británico, la presente obra resume el pensamiento ético de su última fase de madurez.
Bertrand Russell es el Voltaire de nuestro siglo. Este libro, modelo de lucidez filosófica, interesa al lector de toda condición, desde el especialista en filosofía y política hasta el estudiante de bachillerato.