Cuando muere un ser querido, la mayoría de nosotros supone que lo único que nos queda son los recuerdos. Jeffrey A. Wands ofrece una percepción diferente, una que sugiere que se ha abierto una singular, si no increíble, forma de contacto. En este libro, Wands nos propone una definición completamente nueva de la muerte y, lo que resulta más interesante aún, de las oportunidades que ésta nos presenta.