Pocosmimos era un castor muy chiquitito, pero tenía una soledad muy grande. Y, por más que lo intentaba, nadie quería jugar con él. Siempre hacía fiestas distintas, pero por una cosa o por otra, siempre salían mal. ¿Logrará el pequeño castor hacer amistad con los demás animales? Una tierna historia que muestra que, en ocasiones, las creencias equivocadas llevan a conclusiones erróneas.