La enumeración de las propiedades de la spirulina supera en mucho el espacio que permiten algunos párrafos. De momento basta con afirmar que es uno de los alimentos, agentes terapéuticos y regeneradores del medio ambiente más poderoso que las investigaciones han logrado encontrar. Esta alga, que ya tiene varios millones de años de existencia en nuestro planeta, constituye una auténtica fábrica de proteínas, vitaminas y minerales y su uso regular sustituye ampliamente los complementos alimentarios que debemos tomar diariamente. Pero más allá de su papel como proveedora de recursos nutritivos, la spirulina, cultivada generalmente en espejos de agua alcalinas, utiliza la energía luminosa para degradar las partículas de anhídrido carbónico y reducir por tanto su presencia en nuestra atmósfera, transformando esta substancia en compuestos nutritivos carbonados y oxígeno libre.
He aquí una maravillosa obra que nos enseñará cómo utilizarla, al mismo tiempo que aprenderemos a través de un lenguaje diáfano, todas las posibilidades que encierra dentro de su naturaleza.