El Tarot puede ayudarnos a responder preguntas concretas, puede servir como instrumento para el análisis psicológico y puede enseñarnos a resolver problemas. Las cartas extendidas sobre la mesa, con sus ricas imágenes, se abren ante nosotros y nos proponen adentrarnos en nosotros mismos por una senda compleja, pero esclarecedora.
Pero por mucho que estudiemos la forma de hacer la lectura del Tarot es imposible que lleguemos a aprender realmente mientras no empecemos a tirarlas cartas y a interpretarlas.
Lo importante del aprendizaje es llegar a formarse un estilo de interpretación propio. En este proceso, los ejemplos que nos proporcione otra persona pueden ayudarnos a encontrar nuestro camino, y esto es lo que nos ofrece Rachel Pollack en esta obra. Las lecturas que nos propone han sido realizadas a lo largo de estos últimos años y entre los consultantes encontramos tanto a la persona que atraviesa un momento de crisis como a la que sólo tiene curiosidad por saber qué le pueden decir las cartas.