¿De dónde viene el ansia de comer más de lo necesario, de atracarse de comida? Por qué un desengaño amoroso puede llevar directamente a vaciar la nevera? Nuestra relación con el alimento es una metáfora de nuestra manera de afrontar los conflictos e imperfecciones de la vida. Si no vamos a la raíz, al origen de una hambre que parece inagotable -y que no tiene nada que ver con el estómago-, ninguna dieta será suficiente. Los numerosos testimonios que se recogen en este libro enseñan cómo liberarse de un hábito compulsivo que es causa de sufrimiento, pero que a la vez oculta carencias y necesidades más profundas.
Hay una manera de acabar con la angustia que nos lleva a comer en forma compulsiva: he aquí un programa que ha comprobado su eficacia en la resolución de los conflictos que subyacen en los trastornos de alimentación.