Compuesta entre el 330 y el 323 a.C., la POLÍTICA se puede considerar en lo esencial como una de las últimas obras de ARISTÓTELES (384-322 a.C.). En ella, el que fuera preceptor de Alejandro Magno y discípulo de Platón se erige en defensor de la «polis» tomando en consideración sus posibilidades históricas y sus grandes realizaciones civilizadoras. Frente al desarraigo y exacerbado individualismo dominantes en la Grecia de la época, y contra los que creen en el buen salvaje, Aristóteles hace hincapié en el carácter social del hombre -definido como «animal cívico»- y en el fundamento natural de la ciudad -anterior por naturaleza a la familia y aun a cada individuo-, valorándolos como un logro insuperable de la civilización griega frente a las rudas formaciones políticas de las tribus bárbaras.