La importancia de la salud femenina como un hecho singular y afortunadamente reconocible en los últimos años es evidente. Ello opone el concepto de salud, como algo positivo de conseguir y mantener frente al de enfermedad, un concepto negativo y perecedero.
Esta obra no pretende ser un compendio de medicina casera ni sustituir al médico de cabecera ni, aún menos, dar recetas, sino que tiene como objeto ayudar a que las mujeres tomen decisiones informadas y corresponsables con sus médicos.
En conclusión, reconocer que el sexo y la edad modifican y modulan cuaquier enfermedad... y su manejo. Por eso, hemos de intentar, desde pequeños, educarnos para sentar las bases de la prevención y así mejorar la salud y valorar los factores de riesgo de muchas enfermedades.