La generación de riqueza y la forma en que ésta se distribuye entre los miembros de la sociedad son los dos elementos esenciales que definen la bondad de un sistema económico. Partiendo de estos dos factores, y teniendo en cuenta el nuevo escenario histórico en el que vivimos, la obra aborda los distintos enfoques que existen para solucionar ambas cuestiones: cómo lograr que las sociedades crezcan económicamente y de qué modo se consigue que todos los individuos disfruten de un nivel de vida plenamente humano.
Si en el primer caso lo que se busca es la creación de riqueza, en el segundo lo que se persigue es la realización de tres objetivos: la satisfacción de las necesidades básicas, el despliegue de las propias capacidades y la protección-cumplimiento de los derechos humanos (individuales y sociales). Estos tres componentes forman parte de lo que se viene denominando desde hace tiempo 'desarrollo humano'. Cada uno de los modelos que se examinan en este trabajo ?liberalismo, intervencionismo estatal, teoría rawlsiana y tercera vía? presentan sus propuestas apelando a un conjunto de principios éticos que se utilizan para justificar tanto la eficacia del sistema como la equidad de los resultados.