Hombre sumamente implicado en la labor política cotidiana de su tiempo, EDMUND BURKE (1729-1797) es, junto con David Hume, uno
de los más destacados representantes de la corriente de pensamiento defensora de la utilidad del hábito, la costumbre y el prejuicio en
una palabra, de la «tradición» frente a la que propugnaba el racionalismo como guía suprema del quehacer humano y a los valores del
pensamiento ilustrado. Como explica en su prólogo Carlos Mellizo traductor y anotador asimismo del volumen, REFLEXIONES SOBRE
LA REVOLUCIÓN EN FRANCIA (1789-1790), si bien ocasionada por un hecho histórico muy concreto y dirigido a proteger el estilo de
gobierno inglés, conserva todavía hoy su vigencia y despierta creciente interés a causa de la coincidencia de sus postulados con los
que son esenciales en el conservadurismo de todos los tiempos, lo que la convierte en un clásico indispensable de la filosofía política.