"No somos víctimas pasivas de la enfermedad; de hecho, nuestra voluntad de vivir es un elemento básico en la recuperación."
El extraordinario relato que hizo Norman Cousins de su triunfo personal sobre una grave enfermedad, dio origen, hace más de una década, a centenares de artículos y libros sobre aspectos intangibles del tratamiento médico. En él detalló con gran sinceridad sus experiencias y convicciones acerca del papel que cabe a las emociones en la lucha contra la enfermedad.
Dado que compartía con los científicos el interés por encontrar las pruebas que respaldaran episodios como el suyo, que podían ser considerados anecdóticos, cousins dio una paso decisivo: dejó su trabajo como redactor del Saturday Review para aceptar un nombramiento en la facultad de Medicina de la Universidad de California en Los ángeles. Ahora, tras haber pasado diez años como comunicador e investigador en la comunidad médica, Cousins describe su apasionante empeño por encontrar la prueba -o ayudar a crearla- de que las actitudes positivas no son solamente "estados de ánimo", sino realidades bioquímicas. La investigación médica ha demostrado que el pánico, la depresión, el odio, la frustración y el miedo, pueden ejercer efectos negativos sobre la salud.
Este presenta las pruebas científicas de que la esperanza, la fe, el amor, la voluntad de vivir, el contar con objetivos, la risa y la predisposición al humor ayudan a combatir las enfermedades.